viernes, 3 de octubre de 2014

Tramposos

A estas alturas, mi postura frete a la “democracia” es más que clara soy completamente contrario a ella, o mejor dicho, soy un verdadero demócrata, tal y como la concibieron en la Grecia Clásica y me horroriza este sucedáneo adulterado con el que nos narcotizan, han prostituido de forma descarada en su beneficio esa forma de tomar decisiones de forma participativa. El colmo de desvergüenza nos lo encontramos estos días con el referéndum escocés y como no podía ser menos han copiado en Catalunya. Me refiero a que puedan votar los mayores de 16 años, en un alarde de hipocresía muy propia del estamento que nos gobierna. Vamos a ver, no se les permite votar, ni en las elecciones municipales, para elegir a sus representantes, que los tienen, concejalias de juventud, educación, deporte, cultura, trabajo. Cosa que, como mucho es temporal y sin embargo si pueden participar en una decisión cuyas consecuencias pueden ser más trascendentes. Los argumentos por los que no pueden votar en unas elecciones generales o municipales son varios y variopintos, van desde que; a ellos no les interesan estas cosas, que no entienden o en el mejor de los casos, dicen que los adolescentes se dejan influenciar mucho por las emociones y que votarían radical, comunista o incluso situarían a “perro flautas” en puestos de responsabilidad. Que son los mismos argumentos que en la intimidad tienen los interesados en realizar las consultas para pedir el voto de los adolescentes. Vamos, que las reglas se amoldan a los intereses de los que manejan el juego y por supuesto, siempre en su beneficio.

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