jueves, 14 de julio de 2011

¡¡GUERRA!!, ¡¡GUERRA!!, ¡¡GUERRA!!, ¡¡ESTAMOS EN GUERRA!!

El titular parece un poco alarmista, pero me temo que es una cruda realidad, las guerras, desde hace ya un tiempo, y en especial en el siglo XXI, no se desarrollan solo en campos de batalla llenos de humo y de moscas, una de las cosas que ha traído la globalización, es que los campos de batalla también pueden ser virtuales y no por ello menos cruentos.

Hoy, todavía no esta muy claro como explicar la guerra de Irak y la ejecución, prácticamente sumarisima, de Sadam Husein, que era un dictador, toma, Franco también y no vino el séptimo de caballería a ejecutarlo. O, en estos días, se esta juzgando a Radovan Karadzic y se le están asegurando todas las garantías, pero Sadam no tubo la misma suerte, porque su delito no era sus múltiples asesinatos y atropellos de las libertades y demás monsergas, su delito fue querer que el barril de petróleo cotizara en euros y no en dólares y trato de convencer a los demás países productores de la excelencia de esa medida, y eso EEUU no podía permitirlo.

La crisis actual, con todo lo que tiene de artificial, por ser generada por la falta de escrúpulos de una minoría ansiosa de enriquecerse de forma rápida y descomunal, ha sido un excelente caldo de cultivo para alcanzar otro objetivo, que tal vez se les ha ocurrido sobre la marcha o está en el origen de todo este “merde”. El euro compite de forma ventajosa con el dólar, y eso EEUU no lo puede consentir, de ahí los continuos ataques especulativos contra los eslabones más débiles para romper la cadena, si un país tuviera que abandonar la moneda única, podría generar un efecto domino y arrastrar a otros países, con lo cual el dólar volvería a ser referencia única en cualquier mercado.

Tal vez deba cambiar de “camello” o cenar más ligero para evitar estos pensamientos conspiranóicos, pero si algo hemos aprendido de las películas americanas, es que cuando aparece un cadáver, lo primero que se ha de preguntar es ¿Quién saca provecho de eso?, y el hundimiento de la moneda europea solo tiene un beneficiario.

No se cual es la solución, ésta es una guerra económica por la supremacía, y en cualquier guerra es suficiente con neutralizar las armas del enemigo, por lo que propongo quemar las oficinas de calificación de riesgo, que lo único que hacen es enriquecerse de forma descomunal y partirse de risa con todos nosotros.