viernes, 10 de junio de 2016

Carta abierta al Sr. Albert Rivera

No se a santo de que, se ha puesto tan de moda hablar de Venezuela en España, cosa que no me interesa ni en lo más mínimo y no es falta de sensibilidad frente a los abusos de poder, lamentablemente, en una gran parte del mundo se violan los derechos humanos sistemáticamente, Siria, Sudan, Corea del Norte y un largo etcétera, eso si, en Corea del Norte no hay ni un solo opositor encarcelado.
Pero si nuestros políticos realmente quieren hacer algo para corregir injusticias yo les recuerdo que tenemos una asignatura pendiente.
Durante un periodo no excesivamente largo, y hasta el 26 de febrero de 1976, España contaba con una gran provincia en Africa, el Sahara Occidental con capital en el Aaiún por lo que sus ciudadanos, hasta 1976 eran españoles, de segunda eso si, pero españoles.
Cierto es que sobre 1970 se formo un grupo nacionalista independentista, pero de esos hay más de uno por el territorio nacional.
Por motivos que nunca se han explicado, en febrero de 1976 el gobierno español decidió unilateralmente abandonar a su suerte al pueblo saharaui, retirándoles el estatus de ciudadanos españoles, sin ninguna transición y sin dotarles de ninguna herramienta de gobierno.
Fueron invadidos por Mauritania y Marruecos, el Frente Polisario consiguió repeler a Mauritania, cosa que aprovecho Marruecos para anexionarse todo el territorio, desplegando una fuerte acción de represión contra la población civil, con el encarcelamiento, tortura y “desaparición” de todos los ciudadanos que no aceptaban esta invasión.
La ONU tiene dictada una resolución para convocar un referéndum de autodeterminación en el territorio, cosa que el reino Alauita desoye alegremente, sabedor que con el paso del tiempo y la progresiva colonización del territorio, cuando llegue a celebrarse le será favorable.

Sr. Albert Rivera, como defensor de los derechos humanos, tiene la oportunidad de demostrar, que su viaje a Venezuela no es simple postureo. En el Sahara Occidental no se encarcela a los opositores, sino a todo ciudadano que se opone a la invasión y España y los españoles, tenemos una gran deuda con esta población, después de todo eran nuestros compatriotas hasta que el gobierno de turno decidió abandonarlos.