Estando tan próxima la festividad del 1
de noviembre y ante la controversia que levanta, también quiero “meter el cazo”,
cuando además, para colmo sale la iglesia católica española dando consignas.
En primer lugar dejar bien claro, que la
iglesia católica puede lanzar consignas, pero solo a sus acólitos y asimilados,
no para el resto de ciudadanos.
Varios obispados piden a los padres que
esta fiesta del primero de octubre la conviertan en “Holiwins” (algo así como “lo
santo gana” ) en substitución del “Halloween” (que viene a ser All Hallows'
Eve 'Víspera de Todos los Santos'),
fiesta de origen celta que llego a España recientemente edulcorada y
prostituida de Estados Unidos, y para colmo por si faltaba algún elemento, hay
quien dice que lo suyo es la “castañada” y ya tenemos un buen batiburrillo.
Para empezar:
Se supone que los obispos saben latín,
pero esta claro que la asignatura de historia se la pasaron por alto, a estos
señores se les debería recordar que, Flavio Valerio Aurelio Constantino,
conocido como Constantino I e incluso en la Iglesia católica bizantina griega,
como san Constantino, fue un señor que legalizo el cristianismo en el imperio
romano y para evitar el absentismo, unifico las fiestas paganas y cristianas,
prevaleciendo el calendario pagano.
Existen cuatro fiestas anuales en todas
las culturas del mundo, aunque entre ellas no hayan tenido ningún contacto, a
saber, las correspondientes a los dos solsticios y los dos equinoccios. La
fiesta del primero de noviembre, se corresponde con la fiesta universal del
equinoccio de otoño y cada cual la celebra como le sale del moño.
La castañada es otra cosa, también se
celebra en otoño, pero es mas asimilable al “Día de Acción de Gracias”, que en Canadá
se celebra el segundo lunes de octubre y en Estados Unidos el cuarto jueves del
mes de noviembre y lo que se celebra es haber finalizado las tareas de la
cosecha con todo lo que eso suponía para la supervivencia hace unos cuantos
años.
La gente hoy en día se apunta a un
bombardeo y más aun a una fiesta, y lo que menos les importa es lo que
significa, pedirles que sean consecuentes es como pedirles que sean racionales,
aquí somos más de votar al “PP”, un absurdo como otro cualquiera.
En resumen, que la gente celebre lo que
le venga en gana, pero eso si, que disfrute y sea felices y que los católicos
recen mucho, tal vez eso les haga ser mejores, pero que no se atrevan a
criticar a los que no piensan igual que ello.