jueves, 13 de diciembre de 2018

Leyes. leyes. leyes


Estos días, estoy teniendo un debate con una amiga sobre las normas, las reglas y leyes. Ella sostiene que deben respetarse siempre, mientras que yo encuentro demasiados peros.
Se le atribuye a Mahatma Gandhi la frase “cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer” él mismo inicio una larga marcha para saltarse el monopolio de la sal impuesto por el gobierno Británico y obtener su propia sal. Pero … ¿Quién decide si una ley es justa o no?
Rosa Parks, en 1955 se negó a ceder su asiento en el autobús a un blanco, no fue la primera y por supuesto le costo la cárcel, pero tomo suficiente relevancia para que la segregación racial en EEUU se empezara a cuestionar. En la mayor parte del mundo, cuando se fue introduciendo lo que llamaban democracia, las mujeres no podían votar, para que si de eso no entendían.
En España Clara Campoamor se obstino en conseguir el voto de la mujer, cosa que consiguió en 1931 y las mujeres pudieron votar por primera vez en las elecciones de 1933, derecho que con la llegada de Franco perdieron, bueno, ellas y los hombres también.
Katherine Switzer, en 1967 le dio por participar en una maratón, prueba reservada a los hombres, y si bien logro acabar la carrera, no fue sin problemas (https://www.youtube.com/watch?v=zE32Rx4ii2E )
Esta claro que los que se han saltado las normas han conseguido cambiar aunque solo sea un poco este mundo.
En ciertos países de África, se tiene por norma practicar la ablación genital femenina ¿de verdad se tiene que respetar esa norma?
En ocho países del mundo, la homosexualidad se castiga con pena de muerte y en otros muchos de cultura musulmana, las mujeres tienen muy limitados sus derechos.
Dar por sentado que nuestras leyes son justas y que son los otros los que tienen leyes atroces, a más de arrogancia no indica nada, “los otros” lo ven al revés, para los musulmanes, nosotros somos una cultura perversa, toleramos la blasfemia, somos condescendientes con los homosexuales y permitimos que las mujeres exhiban su cabellera, sabiendo que tanto la Torá, la Biblia y el Corán dejan bien claro que el cabello de la mujer es fuente de todos los pecados del hombre.
Ilustración de Wilhelm Reich
A priori, toda norma y toda ley, debe ser observada, pero también debe ser analizada con una visión crítica, distinguiendo las normas que son puramente convencionales, como conducir por la derecha en la carretera, que están para dar unas pautas a todos por igual y facilitar el desarrollo de las cosas, de aquellas otras normas que atacan directamente nuestra libertad, como por ejemplo la “Ley Mordaza”
En un principio, Dios nos concedió el libre albedrío y después, curas y políticos se dedicaron a ir limitando esa libertad y tanto nos hemos acostumbrado a que se nos diga lo que podemos o no hacer que nos llega a asustar la libertad.