domingo, 20 de abril de 2014

Contra la Democracia II

“Un hombre un voto” El eslogan resulta seductor, establece que todos los hombres (hablando de forma genérica) son iguales, pero ¿somos iguales? Establezcamos un área geográfica, para que las cosas se puedan concretar, por ejemplo España, ¿Cuántos premios Nobel tenemos?, no es necesario precisar el número, basta con decir que menos de media docena, ¿Cuántos tontos severos hay en España? Insisto, no hace falta precisar, pero me temo que más que premios Nobel, ¿Cuántas personas inteligentes, en comparación con personas analfabrutas?, estos números empiezan a ser mayores, pero siguen siendo poco significativos, el gran número, la gran masa, sencillamente es mediocre, por lo que podemos resumir que la Democracia, es el gobierno de los mediocres. No hay más que observar los índices de audiencia de las televisiones, los programas calificados de “tele basura” son los reyes en todas las cadenas, basta con mirar cualquier partido de fútbol para poder observar una gran cantidad de personas que se exaltan y se enervan viendo a veintitantos “tíos” en calzoncillos, personalmente me duele que mi voto valga lo mismo que el de esos energúmenos y que me da la impresión de que son muchos. No es que me considere superior en ningún momento a esas personas, pero me temo que no están cualificados para decidir la marcha de un país. Las masas son fáciles de manipular y de dirigir, cual bandada de estorninos, cambian de orientación, de dirección, sin una causa comprensible y sobre todo, sin una causa reflexionada a nivel personal, obedecen solo a reflejos, temores infundados, habladurías, de forma inestable y así nos va haciendo caso a las mayorías, mal informadas, cuando no engañadas de forma intencionada, por unas minorías cuyo único interés es mangonear “la caja grande” y sacar beneficio personal y favorecer a sus allegados.